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Las huertas escolares nacieron en el sistema educativo con el objetivo de ser áreas que permitan a los estudiantes cultivar sus propios productos, a la vez que desarrollan habilidades para la vida. Este espacio permite el aprendizaje por medio de la siembra y la cosecha, en la mayoría de los casos sus cultivos se utilizan para la preparación de los alimentos en el comedor escolar o se envían a los hogares para promover la agricultura familiar en pequeños espacios.
En el sistema educativo existen más de 1000 huertas escolares, de las cuales un 80% cuenta con un tipo de subsidio económico para adquirir herramientas, insumos y semillas, el resto de los proyectos nacen de la autogestión en los últimos años.
Por ejemplo, en la escuela Barrio Corazón de Jesús, ubicada en Escazú el docente José Bremner del servicio de apoyo educativo incluyó en sus lecciones con los estudiantes de I ciclo el proyecto de huerta hidropónica. En este espacio, Bremner desarrolla sus lecciones de matemática, desarrollo lingüístico y ciencias, entre otras.
En estos espacios formativos se desarrollan prácticas inclusivas: “En el proyecto incluí a un estudiante con discapacidad. El niño ha llevado todo el proceso y trabaja en la huerta con otros niños donde él tiene un papel importante en el proceso”. Indicó Brenmer.
Para Gilda Aguilar, jefa del departamento de educación especial del MEP, las huertas escolares repercuten de forma positiva en toda la población porque fomenta valores y habilidades para la vida como la responsabilidad, el trabajo colaborativo, la interacción y la colaboración de un objetivo común para ellos y sus familias.
Silvia Valverde, madre de Johan Fernández de sexto grado comentó que el espacio es un área que le permite a su hijo tener independencia y logros personales a través de la germinación de una semilla, que se transforma en planta con el tiempo.
En otros casos como el de la escuela Juan Vásquez de Coronado la docente Cristina Godínez implementa valores por medio de la huerta que van desde la solidaridad hasta la el respeto por el medio ambiente.
Godínez informó que en la escuela se siembran plantas medicinales como albahaca, tomillo, orégano, lavanda, semillas criollas como caléndula, frijoles y maíz:: “Los niños y niñas cuando siembran se convencen de que el producto es saludable y se sienten atraídos por consumirlos. En la escuela participan 350 estudiantes y la réplica se da cuando llevan las plantas a sus hogares e involucran a sus familiares.
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Gilda Aguilar-Jefa de Educación Especial Huertas 25-06-2015.mp3 | 654.75 KB |